¿Finde XXL en Marte?: no, mejor en Jujuy
Las vacaciones de invierno se acercan y las familias ya empiezan a definir sus destinos. Las dos semanas del receso de los estudiantes constituyen la excusa perfecta para explorar y visitar los pueblos menos conocidos del Norte argentino.
En la esquina noroeste de Jujuy, casi en la frontera con Bolivia, la ruta nacional N° 40 bordea un pequeño pueblo cuyos paisajes parecen de otro planeta. Literalmente, los colores de esta maravilla natural asombran a sus visitantes por los colores rojizos y terracota de sus superficies.
Cusi Cusi es un pequeño pueblo ubicado a 5,4 kilómetros al oeste de la ruta 40. Según registros históricos, el primer nombre del lugar fue Puca Ukúqai, «Valle Colorado» en quechua.
Luego ese nombre fue cambiado y la tradición cuenta diferentes historias sobre Cusi Cusi. Por una parte se cree que su nombre hace referencia a una araña de la familia Salticidae que habita el norte de Jujuy. Otra versión explica que «Cussi» significa «buena suerte» en lengua aymara, nombre que se le dio a la araña y, de allí, al pueblo.
Cusi Cusi está rodeado de montañas y valles que forman miradores naturales y constituyen su principal atractivo. Los relieves color ladrillo recuerdan a las fotografías tomadas en Marte, el planeta rojo.
Qué hacer en Cusi Cusi, el pueblo marciano
A cinco kilómetros de Cusi Cusi se alza un imponente monumento natural: el Valle de la Luna, uno de los secretos de la Puna jujeña. Las montañas de hasta 800 metros e altura fueron talladas por la erosión eólica de las rocas volcánicas del terreno formadas hace miles de años.
Se trata de un paisaje árido que ofrece vistas increíbles, ideales para tomar fotos. Pero su clima puede ser hostil y resultar lejano para algunos turistas por lo que siempre se recomienda visitar el Valle de la Luna acompañado de guías o excursionistas experimentados.
Otro atractivo para visitar en Cusi Cusi se encuentra a nueve kilómetros del pueblo. Pajchela es una cascada de 30 metros de altura por ocho metros de ancho que se transforma casi en un oasis en medio de tanta aridez. Por último, también se puede visitar la Reserva Provincial Alto Andina de la Chinchilla donde se cuida y resguarda la naturaleza llena de lagunas.