Agosto: el mes de la Pachamama 

"La Pachamama, o Madre Tierra, es una deidad venerada por ser generadora de la vida, símbolo de fecundidad por su capacidad para producir y proteger plantas, animales, alimentos y otros medios de subsistencia del ser humano.

La «Corpachada», como es llamada la ceremonia de alimentar a la Pachamama, es un ritual consagratorio. En un pozo en la tierra, que representa la boca, se entregan las ofrendas, acompañadas de agradecimientos, rezos y pedidos para todo el año.

La ofrenda es una manera simbólica en la cual el hombre devuelve a la Madre Tierra lo que ha tomado de ella, con el fin de restablecer la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza.
Desde el primer día de agosto, en toda la provincia se comienza a percibir el aroma a sahumerios e incienso, celebrando la vida, sahumando y limpiando de energías negativas".

EL RITUAL DE CELEBRACIÓN DE LA PACHAMAMA

El ritual de Celebración de la Madre Tierra se realiza alrededor de un pozo cavado en el suelo, que es la boca de la Pachamama, la cual se adorna con serpentinas y flores de colores (como se ve en la primer foto), y también se colocan pequeños braseros encendidos con abundantes yuyos especiales para sahumar.

Ahí, en la boca de la tierra, se van a depositar las distintas ofrendas durante la Corpachada.

¿Qué hay que hacer antes de ofrendar a la Pachamama?

Antes de darle de comer a la Madre Tierra hay que limpiar las energías ¿Cómo se hace? Sahumando.
En un cuenco de barro - en mi primer experiencia festejando a la Pachamama - colocamos diferentes yuyos para quemar con un carboncito y limpiar las malas energías con el humo de esas hierbas.
Sahumamos el espacio, y a cada uno de los que participó de la ceremonia.

¿Qué yuyos usamos para sahumar?
Mirra, Incienso, Romero, y Lavanda. 

¿De qué se compone la ofrenda a la Pachamama?

Tenés que ofrecer lo que querés recibir, pero en sentido metafórico. No hay una lista de almacén que tengas que seguir, ni una receta de cocina para copiar; el objetivo es que sea un día para honrar la reciprocidad entre el ser humano y la naturaleza, poniéndola a ella en primer lugar y agradeciendo todo lo que nos da día a día.

En las dos celebraciones en las que participé hubo cuencos con verduras, hortalizas, legumbres, semillas, y frutas. También jugos exprimidos, caña con ruda, vinos, cerveza, tortas dulces, tabaco, hojas de coca, serpentinas, papel picado, y flores. Cada uno de los participantes lleva algo para compartir, con la Pachamama y con todos los integrantes de la celebración.

El objetivo es que sea un día de festejo para la Madre Tierra, una especie de cumpleaños.