En las yungas jujeña: un pueblo tranquilo donde se puede “caminar en las nubes”
En las hermosas yungas jujeñas hay un pequeño pueblito de 700 habitantes que está ubicado a 4.375 metros sobre el nivel del mar y al que se lo conoce como un tesoro escondido que invita a "caminar en el cielo". Se trata de Santa Ana del Valle Grande, una pintoresca localidad que está ubicada en el medio de un valle y fue fundada en la época colonial. Se distingue por sus casas de adobe con techos de carbón y sus calles estrechas de ripio que le otorgan un aspecto rústico al lugar.
A primera vista Santa Ana del Valle Grande parece un pueblito sacado de una postal: está rodeado de montañas y durante la mañana una bruma suele cubrir su valle, lo que le otorga un aire místico y pintoresco.
Para llegar al pueblo hay que recorrer la ruta provincial 73. Con calles empedradas y construcciones de adobe, en sus paisajes de altura se pueden ver tarucas, vicuñas y guanacos. A pocos kilómetros, se encuentra uno de los tesoros arqueológicos más importantes de la región: un tramo del camino andino Qhapaq Ñan, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. En el pueblo se puede visitar su centro de interpretación, donde además está la Asociación de Artesanas Flor de Altea.
Desde Santa Ana se puede llegar a Caspalá, uno de los diez mejores pueblos del mundo según la Organización Mundial del Turismo. Con construcciones propias del norte argentino, su magia está en sus calles, su gente y las artesanías producidas por la comunidad. Uno de los lugares más clásicos para visitar es la iglesia Santa Rosa de Lima que data de 1840.
Sus circuitos más relevantes son el mirador Antigüito (45 minutos ida caminando desde Caspalá) y la Cascada del Silencio (a 30 minutos ida, también desde Caspalá).
Su principal atractivo, como se mencionó, es que le permite a los turistas "caminar en el cielo": ese efecto se genera por la niebla y también porque las nubes muchas veces suelen estar bajas y generan un manto blanco similar al algodón que cubre las vistas de esta pequeña urbanización.
Los tres mejores senderos para "caminar en el cielo"
La principal actividad que realizan los turistas que llegan a Santa Ana del Valle Grande es el trekking: hay tres caminos que permiten "caminar en el cielo" y se detallan a continuación.
Camino del Inca (Qhapaq Ñan): Es uno de los principales atractivos de la zona. Esta histórica ruta, declarada Patrimonio de la Humanidad, conecta Santa Ana con Valle Colorado. El tramo local abarca alrededor de 2 km, y es un recorrido que se hace a pie, ideal para el trekking. Además de su importancia cultural, ofrece vistas espectaculares de la transición entre la Puna y las Yungas, con avistamientos de cóndores y flora autóctona.
Mirador Abra del Zenta: Ubicado a 4.376 metros sobre el nivel del mar, este mirador es famoso por sus vistas «sobre las nubes». El fenómeno de «cascada de nubes», que ocurre al amanecer y atardecer, convierte el lugar en un espectáculo natural impresionante.
Sendero a Valle Grande: un trayecto de trekking más largo conecta Santa Ana con el pueblo de Valle Grande. El recorrido pasa por paisajes montañosos y vegetación de altura, con paradas en distintos puntos panorámicos.